Reserva Natural Sotos de Alfaro junto al Ebro. El Ebro riojano, aguas debajo de Logroño se desliza por una amplia llanura aluvial de forma divagante y con un trazado sinuoso. En el tramo de Alfaro, el río configura un paisaje de cambiantes meandros, islas, "madres" o brazos de agua surgidos de antiguos meandros abandonados, playas, canales de inundación..., con bosques de ribera que hunden sus raíces en el lecho de inundación del río.
Estos sotos alfareños se han convertido en reductos privilegiados para la vida silvestre, además de ser uno de los escasos lugares de La Rioja donde los bosques de ribera conservan un parecido con el pasado; motivos más que suficientes para que este pequeño oasis se haya convertido en el segundo espacio natural protegido de La Rioja, después del Parque de la Sierra de Cebollera.
La fauna acuática a destacar se compone de garzas, cigüeñas, martinetes y avetorillos. Y entre las rapaces, el águila calzada, el milano negro y ratoneros. Algún visón europeo puede que veas descansando en las orillas.
La mejor información de esta Reserva Natural la vas a encontrar en el Centro de Interpretación de los Sotos de Alfaro, ubicado en la antigua Casa Consistorial de la localidad (Plaza de España). Allí te dirán que el PORN afecta a un total de 933 Has. que se subdividen en dos zonas: la Zona de Reserva Natural, formada por 476 has. que incluyen las áreas de alto valor ecológico que forman parte del "dominio del río" en un tramo de siete kilómetros, y la Zona Periférica de Protección, un cinturón de algo más de 457 hectáreas en torno a la Reserva cuyo uso principal es el cultivo de regadío intensivo, acompañado de otros como choperas y eriales.
En Alfaro, que es límite ya con Navarra, visita la barroca Colegiata de San Miguel, la iglesia de Nuestra Señora del Burgo, y el templo conventual de la Inmaculada. Acércate a ver los restos arqueológicos de la necrópolis paleocristiana de la Azucarera, y los restos romanos de las Eras de San Martín, así como el Ninfeo Romano. Sube hasta el alto de La Plana que sirve de mirador para ver Alfaro y todo su entorno.
Asimismo acércate al municipio de Aldeanueva de Ebro para ver su mudéjar y gótico, además de su ruta enoturista. Varias cañadas cruzan su término que puedes utilizar para caminar. Las construcciones de ladrillo son típicas aquí, con algunas de tres plantas y galería de arquillos de medio punto en la superior, luciendo algunas de ellas escudos de los siglos XVII y XVIII.
El otro pueblo de la Comarca de Alfaro es Rincón de Soto, famoso por la calidad de sus peras y sus casas dieciochescas con patios encantadores; es una arquitectura de ladrillo en edificios de tres plantas con galería corrida en la superior.
En cuanto a festejos, los encierros son peculiares de la Rioja Baja, siendo los de Alfaro los más vistosos. Y la gastronomía típica la conforman los ranchos que un plato realizado en calderetes o sartenes que cuecen verduras y hortalizas mezcladas con carne, generalmente de conejo, aunque existen variantes con cordero.
La estancia en esta comarca de Alfaro puedes complementarla siguiendo, aguas abajo, el río Alhama o bien acercándote a Calahorra, dentro de la Rioja. Igualmente puedes acercarte a las poblaciones colindantes navarras .
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