Magia, fantasía y brujería se han convertido la Cueva de Zugarramurdi en un enclave turístico único a 400 metros de este pueblo fronterizo con Francia en el Pirineo occidental navarro. Hay también un Museo de las Brujas como complemento.
(*) Precio por persona y noche calculado en base a la tarifa vigente en fin de semana y temporada baja.
Cuevas de Zugarramurdi. “Sorginen Leizea” es el nombre de este complejo cárstico. La cavidad principal la provocó por erosión una corriente de agua, aún caudalosa en la actualidad, llamada la Regata del Infierno o "Infernuko Erreka" que la atraviesa: es un amplio túnel de 120 metros de longitud, y una amplitud de 22 a 26 metros en su extremo oriental y unos 12 metros en su salida o boca occidental, así como una altura media de 10 a 12 metros. El conjunto se completa con dos galerías más altas.
En 2013 han vuelto a ser actualidad las brujas de Zugarramurdi con la película dirigida por Alex de la Iglesia, ganadora de ocho Premios Goya, pero el enclave es desde hace décadas muy visitado por los turistas debido al proceso inquisitorial abierto al caso más famoso de la brujería en el norte de España.
Se encausaron 53 personas de la comarca en la inquisición de Logroño. El 7 de noviembre de 1610 se celebró el Auto de fe y, como resultado del mismo, 21 arrestados fueron acusados de delitos menores, 21 fueron perdonados y 11 condenados a la hoguera (6 en persona y 5 en efigie, junto con sus restos mortales), habiendo sido quemados el domingo 8 de noviembre de 1610. Danzas en torno a hogueras, orgías a la luz de la luna, ritos en torno a la figura de un macho cabrío que simbolizada al diablo eran celebradas en la noche de aquelarre, según la Inquisición.